lAyer por la mañana, sin ningún inconveniente, se realizaron las "Carreras Acuáticas" del Verano Calameño en la piscina del Parque Acuático.

El triunfo nuevamente fue para alianza Evolution de la mano de sus nadadores Felipe Muñoz y Catalina Milla, quienes lograron sobreponerse al rigor de la competencia y al frío que debieron soportar por su alianza, Evolution.

Catalina Milla de 15 años explicó que la competencia estuvo entretenida y que su alianza cada vez le ha puesto más esfuerzo para ganar en el Verano Calameño.

Por su parte Felipe Muñoz de 17 años, quien pertenece al Club de Natación CCR hace tres años, manifestó que desde pequeño ha estado en el mundo de la natación y que su entramiento le permitió ganar hoy. "Siempre lo he dicho, la persona que se prepara bien para una competencia le va a ir bien", dijo Muñoz.

Desde el otro lado, el nadador de Los Cazafantasmas que obtuvo el segundo lugar, Braulio Delgado de 21 años señaló que se le complicó la competencia por la altura, ya que es de La Serena y está de vaciones en la Tierra de Sol y Cobre. "Esta competencia estuvo entretenida, pero acá hay que tener mucha resistencia, no es como en Serena", explicó Braulio.

El encargado de deportes, Wilson González se mostró conforme con el evento. "Acá en Calama cuesta encontrar nadadores porque no tenemos el terreno libre, el mar", explicó. J

Jorge García junto al cuerpo técnico de Cobreloa organizan un mini campeonato dentro del entrenamiento loíno.

Diego Silva junto a un quintento celebran porque son los victoriosos.

Son premiados con chocolates y gatorades. Casi al final del entrenamiento, desde un arco colocado en la mitad de la cancha viene un grupo de niños hacia los jugadores. Uno de ellos es Mateo, el hijo de Diego, quien se acerca a su padre y éste le regala el gatorade.

Diego Silva (30) es defensa de Cobreloa desde finales de 2012. El jugador se caracteriza por ser autocrítico respecto a su desempeño en la cancha y responde a los hinchas que critican por Twitter.

El defensa cuenta que llegó a convertirse en jugador profesional cuando estudiaba Mecánica Automotriz en un liceo industrial de La Pintana.

Ya estaba en 4to medio y se había probado en varios equipos sin resultados. Pero su profesor, y a la vez preparador físico de Cobresal, Carlos Saavedra le entregó 2 mil pesos para que viaje a probarse en El Salvador.

Diego se sorprendió ya que luego de tres meses de cadete subió al primer equipo y desde el 2002 inició su carrera en Cobresal.

Desde el living de su departamento Diego explica que "gracias a él estoy en el deporte que más amo".

Desde ahí todo cambió en su vida, e incluso -al paso del tiempo- pudo llevar a su señora, Cecilia Espinoza a El Salvador.

Es por eso que Silva siente un gran cariño por esa tierra, ya que ahí nacieron sus dos hijos: Mateo y la pequeña Antonella.

El 2009 partió a Santiago Morning y luego a San Felipe, hasta que llegó a Cobreloa.

Diego sabe que a Mateo le gusta ir a los entrenamientos, por eso cuando se porta mal le dice que no irá a la cancha.

Pero Mateo sabe controlar la situación y le escribe cartas a su padre o algún whatsapp para acompañarlo, o coloca un papel en la pared que dice: "Aquí solamente entra mi compadre y yo" refiriéndose a su relación de padre e hijo.

"Todos me dicen que no puede ser que sea tan igualito a mí", cuenta Diego. J