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Pam Anderson tiene competencia

Doris Navarro fue la primera mujer salvavidas en Antofagasta. Nadamos con la concejala hasta la balsa del balneario.

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l Rodrigo Ramos B.

La mujer se lanzó al mar en la puntilla. Era un día de verano, enero; y había marejadas. La mujer no intentó patalear ni menos nadar. Su cuerpo se hundió ante las miradas de sorpresa. Doris Navarro, la salvavidas de turno del balneario municipal frustró la intención de suicidio de la mujer. Doris la atenazó con un brazo y la llevó a la orilla, a pesar de la corriente.

Dice que en los años 80 era más peligroso adentrarse en el balneario; ahora es distinto, apunta a la puntilla y al brazo de rocas. "Esta debe ser la playa más tranquila para nadar de la ciudad. Está protegida, es como una taza de leche", dice.

-¿Y cuáles son las más complicadas?

-La Portada, la poza de los curas y todo el sector de playa que está frente a la población Los Pinares.

Doris recuerda la escena de cuasi ahogo mientras se apresta a nadar en el balneario. Dice, sonriente, que no tiene el mismo cuerpo de hace 30 años. La Estrella le dice que se ve sanita.

En 1981 y con 18 años, Doris debuta como salvavidas de la poza grande (balneario municipal) y de paso se transforma en la primera mujer salvavidas de Antofagasta. Se hace recordada, pues con un megáfono anuncia si la playa no está apta para nadar.

-Usted debió ser como la Pamela Anderson-

(Ríe) Creo. Estaba jovencita en ésa época. Vigilaba todo desde una silla blanca.

Un señor que vende helados observa el diálogo. El señor dice que Doris está en el inventario de la playa. Doris lo saluda. Se conocen.

Tras dos años en el balneario, nuestra protagonista pasó al Automóvil Club y el Hotel Antofagasta.

-Pero usted no es comunista y le trabajaba a los ricos, ¿cómo me explica eso señora?.

-No precisamente. Hacía mi trabajo nomás, me pagaban. Luego hice un reemplazo en la piscina olímpica y me quedé ahí.

En la piscina le enseñó a nadar a medio Antofagasta. Alumnos fueron los Carabineros, los mismos que se la llevan detenida en las protestas.

-¿Y qué le dicen cuando la detienen?

-Nada. Lo que tengo claro es que los carabineros que vienen del sur, no son buenos para el agua. Les enseño a flotar primero y después a desenvolverse en el agua.

Las piernas de Doris son carnosas y duras. Parece difícil averiguar su edad. 49 años, viuda y dos hijos, afirma de corrido. Le digo que parece una Milf. Me pide que le explique que es una Milf. Queda conforme con los argumentos.

La sexy Doris Navarro se cubre la cabeza con un gorro de látex y se sumerge. Vamos detrás de ella. El frío del agua se pasa a las primeras brazadas. Doris nada rápido. Nada crol. Cada cuatro brazadas saca la cabeza para respirar y así sucesivamente. Al ritmo de Doris, parece fácil llegar a la balsa. Seba, el fotógrafo, le pide que nade en dirección a él; Seba está en la orilla. Doris gira y regresa como una sirena a la orilla. Es complicado aguantar el ritmo de esta mujer, en consecuencia nos quedamos nadando a lo perrito cerca de la balsa.

El tiempo se detiene; Doris sube a la balsa. Las pocas miradas convergen en su cuerpo húmedo. Se saca el gorro y luego se estruja el cabello.

Nos sentamos.

Dice que nada todo el año. Luego se queja pues la piscina está cerrada hasta nuevo aviso; entonces la opción es la playa.

La mujer recuerda extensas jornadas de natación a mar adentro. Iba y venía entre el balneario y frente la piscina del paseo del mar. Fue su mejor época como nadadora. Entrenaba a diario. Era mediados de los años 80, en plena época de protestas contra Pinochet. El buen estado físico le sirvió para sopesar varias detenciones y palizas por parte de la CNI. Doris hace un gesto y dice que aprendió a protegerse de los golpes.

Fue duro, dice bajando la cabeza. El agua es una buena terapia para los malos ratos, afirma.

Doris reconoce sentirse como la inspiración de nuevos nadadores, especialmente mujeres. "Para mí es un logro inspirar a otras mujeres en este trabajo. Tengo varias amigas que han aprendido las técnicas".

Un señor que está en la balsa pregunta por el propósito de las fotos. Ella responde que es concejala y nadadora. El hombre le dice que en estos momentos la playa no cuenta con salvavidas. Doris responde que es responsabilidad del concesionario.

-¿Y debes tener muchos admiradores?

Ríe de manera coqueta. No falta quien me tira piropos, pero yo siempre tranquila.

Es mediodía y el sol hace cosquillas en la piel; parece más saludable pasar los minutos en el agua. Doris se lanza al océano en un clavado perfecto para la foto. Luego alardea con un estilo mariposa y con pecho. Doris dice que el estilo más cómodo para ella es el crol.

Cerca de las escaleras de puntilla, Doris juega a hacer nado sincronizado. Dice que podría estar todo el día en el agua. Le reconozco que estoy algo cansado con la natación. Me advierte que al salir tenga cuidado con los erizos.