Chile y energía limpia

Señor director:

El suelo de Chile posee condiciones inigualables de radiación para continuar sumando más energías limpias a la matriz, específicamente la fotovoltaica. De la mano con esta ventaja, es necesario contar con una legislación que permita el óptimo desarrollo de estos parques solares.

Entre sus ventajas, las pequeñas plantas solares que hoy representan menos del 2% de la capacidad instalada, ayudan a descarbonizar en un 8,7% la matriz, disminuyen la emisión de gases de efecto invernadero en 1,5 millones de tCO2e, y reducen el costo variable de operación en 138 millones de dólares por la disminución de los costos marginales entre 0,2 US$/MWh y 6,5 US$/MWh. Además, evitan la pérdida de 43GWh de energía en las líneas de distribución, lo que es equivalente a 4,2 millones de dólares al año.

Cifras tan extraordinarias, logradas por menos de setenta parques solares que hoy operan bajo la figura de Pequeños Medios de Generación Distribuida, son posibles gracias al precio estabilizado, y con cuya proyección pueden obtener el financiamiento necesario y ser rentables en el largo plazo.

Hace poco comenzó la consulta pública impulsada por el Ministerio de Energía para determinar los posibles cambios al Decreto Supremo 244, que hasta hoy ha sido pieza esencial para el desarrollo de parques solares de pequeña escala.

Si hoy estos parques son una gran ayuda para el sistema eléctrico en su conjunto, en el futuro lo serán todavía más, considerando que prescinden de líneas de transmisión y se ubican en zonas aledañas a las ciudades, donde se concentra la mayor demanda.

El futuro de la generación distribuida y renovable en Chile, y la desconcentración en el sector de generación es lo que está en juego con ésta consulta pública, y es imprescindible tomar las decisiones más acertadas, pensando en las posibilidades de financiamiento de estos proyectos, para no frenar el crecimiento de una industria que tantos réditos ha dado a Chile en pocos años.

Jorge Leal Saldivia