Foto denuncia: Basura
Lamentablemente esta situación es demasiado usual, lo que comúnmente termina en que pase un perro callejero y desparrame todo el contenido de la bolsa. Y después nos quejamos que la ciudad está sucia.
Lamentablemente esta situación es demasiado usual, lo que comúnmente termina en que pase un perro callejero y desparrame todo el contenido de la bolsa. Y después nos quejamos que la ciudad está sucia.
Resulta paradójico que uno de los cineastas más famosos que ha dado el país sea tocopillano y que la ciudad no tenga un cine para ver sus películas. Ahora solo queda la fachada del edificio del último que funcionó.
Estimado director:
Con gusto a poco, sin sustancia, sin dolor, débil fue el tenor de la homilía del Tedeum emitida por el monje benedictino Benito Rodríguez en cuánto al "Mea culpa" personal y general de la Iglesia católica chilena por los ya innumerables abusos sexuales acometidos por curas a menores y adultos en últimos años. Y que a raíz de las investigaciones y denuncias fueron encubiertos por la propia jerarquía de la iglesia local, lo que a la fecha ya le ha costado la expulsión del sacerdocio, a un verdadero ícono de la defensa de los DD.HH y a otros estar a la espera de las decisiones del papa Francisco y de la justicia terrenal.
Sí, porque para nadie es un misterio que la actual crisis de la Iglesia Católica, tanto en el plano mundial y en especial en el local, es como lo dicen los expertos la más grande desde que el que murió crucificado en el Gólgota pensó en fundarla. Nada se compara con lo visto, porque la infección hoy está en el ADN de la Iglesia Católica, en todos los santos principios que la sostenían y que le daban el sustento de existir y que fueron socavados en su forma y en el fondo por sus propios miembros, sin ningún miramiento. Si toda esta insostenible lacra no ameritaba una homilía potente, certera, profunda y todos los sinónimos que correspondan, obviando las solicitudes de perdón y evitando subir al "carro de los abusadores con sotana" otros problemas, como el trato a los inmigrantes por parte de la sociedad chilena, nada que ver. Una cosa con la otra, una típica cortina de humo, la Iglesia Católica chilena quedó en deuda. La homilía no fue acorde, consistente y dura como lo ameritaban los graves abusos del clero a nuestros jóvenes y niños en los últimos años, que la tiene sumida en una profunda crisis a todo nivel.
Repito, de seguro la más grande, desde Jesús le instruyó a Pedro la construcción de la Iglesia Católica en la tierra, tal vez antes de escribir el texto de la homilía, el sacerdote benedictino Benito Rodríguez, debió preguntarse ¿Qué habría dicho Cristo puesto en mi lugar y sabiendo todo lo que ha pasado? parafraseando la pregunta que nos dejó el Papa Francisco en su pasada visita, claramente no se hizo la pregunta.
Luis Enrique Soler Milla