Celibato

Después de la visita del Papa a Chile volvió a la actualidad la pedofilia cometida por algunos curas. En todo lo que se ha escrito al respecto existe un asunto que no se toca, me refiero a que la Iglesia Católica, obstinadamente se niega a darse cuenta de la relación entre el obligado celibato y los numerosos abusos sexuales (documentados) que algunos curas han cometido contra niños. Pero, ¿Cómo puede un cura católico vivir con su instinto sexual a cuestas cuando se ha comprometido a permanecer toda su vida en celibato? Se dice que el instinto sexual no es un problema cuando uno ha consagrado su vida a Dios. Pero esto no ha funcionado.

El teólogo Peter Lodberg de la Universidad de Århus en Dinamarca ha dicho lo siguiente: "La Iglesia Católica tiene que reconsiderar el celibato y la reservación que mantiene en cuanto a la sexualidad, porque ha creado una cultura en la cual se reprime lo sexual y se ocultan las inclinaciones sexuales."

La Iglesia debe reflexionar porque hasta ahora el celibato favorece a una cultura insana que atrae pedófilos. En mi opinión los curas deberían casarse.

¿Inmigración bajo control?

Estimado director:

No creo que sea mucho pedir, sin ser acusado de racista, pero lo mínimo que se le pide a nuestras autoridades con respecto al ingreso de inmigrantes a Chile es que haya un estricto control de quienes ingresan por nuestras fronteras, en cuanto a sus antecedentes personales en su país de origen, que no sean parte de tráficos de personas y otras medidas, que demuestre a lo menos que el actual proceso de inmigración de ninguna manera se le fue de las manos a nuestras autoridades. La pasada protesta llevada a cabo por parte de los inmigrantes por mejoras en su trato y estadía, claramente es un ejemplo que Chile está lejos de contar con las mejores condiciones de dar un buen pasar a sus inmigrantes, toda vez que aún los propios chilenos adolecen de lo mismo, vivienda, salud, educación, trabajo, etcétera.

"Y verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero", reza la canción. Yo le agregaría, siempre y cuando estuviésemos muy preparados como país para hacerlo una muy feliz realidad y que los inmigrantes cumplan a cabalidad los dictámenes de nuestras leyes vigentes, las mismas que tenemos que cumplir todos los chilenos.

No creo que sea mucho pedir.

Luis Enrique Soler Milla