Cartas
Emprendedores
Dar hasta que duela. No pain no gain. La letra con sangre entra. Toda una cultura del dolor en eslóganes. Una ideología, al fin. Yes, we can. Vamos que se puede. Just do it! Lo mismo: frases publicitarias de un modelo de pensamiento que detrás de su mensaje de autoayuda nos empuja a considerar que depende de nosotros, de uno, de cada uno. No tanto, en realidad, de que podemos sino que debemos (porque nos dicen que se puede). Que seamos, según la terminología actual, "emprendedores". Que ya no será responsabilidad más que de uno "lograrlo". Esto se espera que creamos. Que hemos llegado hasta acá para esto, para conseguirlo, para realizar nuestros sueños y ganar… dinero, por supuesto, y con él comprar lo demás: tiempo, libertad, felicidad, placer, ocio, reconocimiento. ¿Consecuencia? Una paradoja: sociedades llenas de fracasados (ansiosos, estresados, deprimidos, medicados, rencorosos, envidiosos, ambiciosos). Pero, por otra parte, se nos insta a que lo aceptemos, pues ya sabemos que debe doler, que tiene que costarnos algo, o mucho, porque sino no vale, no puede valer la pena (no hay ganancia). Así que tampoco tenemos nada de qué quejarnos, ni a quién. Estamos solos. Nunca más uno para todos y todos para uno, sino todos contra todos. Welcome to the jungle.