Navidad a la chilena
Nuestra navidad es única, en parte adaptada a nuestra realidad con influencias del modelo gringo y europeo. Y es verdad, cada vez veo más nieve y pavos en esta época, algo ajeno de lugar.
Pero quien soy yo para cuestionar las modas.
Los convoco a recordar el espíritu de antaño. Recibamos a nuestros invitados y vecinos, con un clásico pan de pascua, amalgamado con frutos secos, frutas confitadas, ron y especies. Amasado con cariño como el cocinado por las celestinas manos de nuestras madres. Adaptado del pan de cristo de Alemania.
Hidratémonos con un aromático Cola de mono, elixir que tiene tantas historias en cuanto a su origen, que fue por el presidente Pedro Montt, que fue por su señora, por el revolver Colt que portaba o simplemente por el mono de la botella de anís El Mono, donde se guardaba.
Para que más señores, bastan estos dos clásicos nacionales, para endulzar y celebrar estas navidades. Olvidemos un santiamén de las compras y mandemos de vacaciones a los pavos y papa duquesas.