Cartas
Reinserción social para mujeres
Señor director:
Actualmente, la población penal femenina alcanza un 8% de la población penal total, lo que equivale a 4.184 internas. Forman parte de uno de los grupos más excluidos de la sociedad: el 70% de ellas no completó la educación media, más del 60% sufrió maltrato o abuso en la infancia y 7 de cada 10 sufre violencia física o sicológica por parte de su pareja.
La gran mayoría de las mujeres que pasan por la cárcel han cometido, principalmente, dos tipos de delito: hurto o microtráfico, clasificados penalmente como falta o simple delito, con penas de hasta 5 años. Tras el hurto, tenemos mujeres jóvenes que se crean una identidad de delincuente a temprana edad buscando un reconocimiento social, llegando en reiteradas ocasiones a la cárcel con estadías más bien cortas. Las penas relativas a microtráfico son ejecutados por mujeres mayores, quienes llegan al delito buscando más ingresos para la familia. Por el tipo de delito, reciben condenas más largas. Ambos perfiles, que se originan en contextos de vulnerabilidad y pobreza, se enfrentan a una serie de problemas para dejar esta vida atrás, obstaculizando el reinsertarse familiar y laboralmente al momento de cumplir sus condenas.
Contar con antecedentes penales manchados es un gran obstáculo para conseguir empleo. No basta con cumplir la condena en prisión, en ambos tipos de delito existen penas accesorias en forma de multas. Si bien existen alternativas para eliminar los antecedentes penales, puede tomar varios meses, incluso años, conseguir judicialmente que se eximan las multas, muchas de ellas impagables para las mujeres en pobreza. Las multas se transforman en un nuevo castigo en libertad, aún después de cumplida la pena en cárcel, y un obstáculo para reinsertarse laboralmente, generando un riesgo real de encontrar nuevamente en el delito la forma de responder a la demanda económica familiar.
Marcelo Sánchez
El agua
Señor director:
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad de cara a los próximos 50 años es la provisión de agua potable, una crisis que pone en jaque la supervivencia del hombre y el futuro del planeta.
Chile debe generar una política respecto a recursos naturales, el agua es un factor de suma importancia que aumentará exponencialmente su protagonismo en las próximas décadas.
Francisco Sánchez