Cartas
Peñailillo debe responder
Estimado director:
El ex ministro Peñailillo, principal promotor de la ley para ampliar el número de parlamentarios en el Congreso (de 120 a 155 diputados y de 38 a 50 senadores), se cansó de repetir que todo sería a COSTO CERO para los chilenos. Resulta que ahora sería necesario un gran aporte fiscal para implementar y financiar la llegada de los nuevos parlamentarios.
¿Urge que responda el ex ministro Peñailillo por sus errados cálculos y su falsa promesa de todo a "COSTO CERO"?
¿Qué se espera para legislar, en relación a que toda promesa electoral de candidatos a la presidencia y de autoridades de gobierno en ejercicio, sean debidamente respaldadas con sus bienes patrimoniales personales, familiares o grupales?
Es hora que nos pongamos exigentes ante tanta facilidad para prometer lo que sea, con tal de cumplir sus sueños políticos, que terminan siendo verdaderas pesadillas para los chilenos.
Toda persona que asume un cargo por elección popular o por designación gubernamental, debería tener la obligación de rendir cuentas al dejar su cargo. Un balance de lo prometido versus lo ejecutado con sus costos y beneficios.
Muchos dicen que rendirán sus cuentas ante la gente en las próximas elecciones, pero eso no es siempre así, basta ver el caso del exministro Peñailillo, prometió "COSTO CERO" y no se ve que tenga como proyecto de volver de New York y presentarse a candidato a algo para pagar sus errores.
Ocurrirá una de cuatro cosas: el fin justifica los medios, metió mal los dedos, "fue sin querer queriendo" o como siempre lo pagarán todos los chilenos, porque "Moya" cayó en cesación de pagos hace rato.
Luis Enrique Soler Milla
Salto al futuro
Quienes han proclamado una "sociedad perfecta", en cualquier parte del mundo, han llevado a distintos países a situaciones de conflicto e instauración de proyectos excluyentes que dan origen a un espiral de intolerancia, el cual, por lo general termina en violencia.
De esta forma la fatal arrogancia de quienes aspiran a planificar la vida de las personas, sus sueños y aspiraciones, omiten que son ellas las responsables de sus vidas.
Es por lo cual que en nuestro país no debemos olvidar lo importante del derecho de propiedad, Estado de Derecho, balance de poder y garantizar a las personas la libertad de elegir.
Francisco Sánchez