Contraportada

Luis Gaona Troncoso

Cosplay, del inglés costume play, es el arte de disfrazarse como un personaje de historietas, series de televisión o de la literatura, e interpretarlo. Es decir, adoptar el personaje y convertirse en él por entretención propia o para entretener al resto. Es una actividad, nacida en Japón en los años setenta, que normalmente se asocia a los eventos masivos de cómics o videojuegos, como la Comic Con o la Expo Game en el caso de Concepción, y es una moda bastante popular entre los jóvenes penquistas, como es el caso de Makarena Ceballos.

Maka es una estudiante de 21 años en la carrera de Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de Concepción, y que en 2015 se vino a vivir a Conce desde Iquique. Desde los 18 años que se dedica a realizar cosplays y ha ganado un buen número de fans en el sur de nuestro país.

La joven cuenta que empezó a realizar cosplays porque le tiene mucho amor a los personajes de anime. "Uno se siente identificado con un personaje, y te den ganas de personificarlo", explica ella con emoción.

Sin embargo, no todo es perfecto para los cosplayers. "El mayor problema, es la confianza", se lamenta Makarena. Ella explica que para poder personificar uno de estos personajes, uno se tiene que creer el cuento, y que su mayor traba, es saber si es que ella es digna para el personaje que está interpretando.

Esto también la ha limitado en participar de los concursos que se hacen en la mayoría de los eventos. La estudiante dice que ella prefiere asistir a las convenciones como público. "La verdad es que me da un poco de miedo concursar, soy un poco vergonzosa", agrega la cosplayer.

La joven estudiante cuenta que su cosplay favorito es Hanji Zoe, un personaje del anime Shingeki no Kyojin, mejor conocido como Ataque de Titanes.

"Sale caro hacer un cosplay. Entre maquillaje, peluca, traje y lentes de contacto, puedo gastarme hasta 100 mil pesos"

Makarena Ceballos"

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