Cambios de alimentación

Señor director:

En septiembre y octubre el clima comienza a templarse y el sol se hace más presente. Junto a esto aumenta la búsqueda por alimentos más frescos como las coloridas frutas y verduras que empiezan a aparecer con este cambio de estación.

Entre las verduras de primavera, podemos encontrar la albahaca, la alcachofa, el choclo, los espárragos y el pepino. En el caso de las frutas se encuentran los arándanos, las cerezas, las ciruelas, los damascos, los duraznos, las frambuesas, las frutillas, el melón, la papaya, la sandía y las uvas.

Para aumentar el consumo de estos alimentos se pueden utilizar como postres de manera fresca, o dentro de batidos que pueden mezclar frutas, verduras, lácteos descremados y semillas.

El aporte de este tipo de alimentos en su forma natural es la mejor manera para aprovechar todas las propiedades que están dadas por su gran aporte de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra.

Además, existen muchas maneras de hacer más atractivo el consumo de frutas y verduras, sobre todo para los más pequeños, por ejemplo, se pueden armar brochetas de frutas o de verduras a la parrilla, también se pueden hacer jugos de mezclas de ambos tipos de alimentos realizados en conjunto con los niños.

Sodexo

El feminismo

Es para los hombres. También. No solo las mujeres padecen este sistema. El machismo, la sociedad patriarcal y una cultura abusiva arrastrada por siglos donde la mujer ha sido tratada como "ciudadana de segunda clase, sin privilegios y sin honor", también moldea y obliga, condiciona y rebaja a los hombres. Porque qué pasa si no me gusta pelearme o lloro con facilidad; si no tengo ambiciones; si no soy ni me interesa ser competitivo, y menos "emprendedor"; si no deseo o no sé cómo proteger; si no soy agresivo ni me gusta el fútbol; si soy tímido y vulnerable; si prefiero ocuparme de la casa que ir a trabajar; si descubro ser delicado y, encima, calvo y me cruzo de piernas al sentarme; si soy demasiado pobre como para gustar; si no resulto rentable ni lucrativo con mis tareas en tiempos donde nada que no de dinero da el menor prestigio; si me angustio por las noches cuando estoy solo. Qué si no soy rudo ni decidido, si dudo a cada paso. Sé que por el solo hecho de ser varón me encuentro en ventaja en el mundo -algo que tampoco elegí ni me gané, ya sea a la hora de buscar trabajo o ganar un mayor sueldo o caminar tranquilo por la calle a altas horas, pero lo que siento no es alivio ni mucho menos superioridad, sino vergüenza.