Cartas
Autoridades
Señor director:
Cabe preguntarse si este Gobierno de turno creerá que haciendo básicos maquillajes a cargos y nombres de operarios políticos ineficientes y fracasados podrían cambiar ciertos hechos. Lo más probable que no, pero no es de extrañar que se manden otra equivocación más.
Recientemente protagonizaron un rimbombante evento de cambiar al "Subsecretario prevencionista del delito país" y en ese contexto también añadieron nuevas atribuciones a los gobiernos y concejos comunales y sociales, por ser estos más conocedores de las realidades locales.
Pero muy a pesar de anuncios, de qué sirve si quienes ostentan cargos de autoridad no hacen nada al respecto. Claro porque además mes a mes siguen recibiendo de forma inmerecida y sin vergüenza un significativo sueldo por inoperancia y autocomplacencia, obviamente sin resultados beneficiosos a las comunidades honestas. De hecho recientemente fue montado un espectacular show en las caletas pesqueras del sector sur, donde sus protagonistas fueron "supuestos" fiscalizadores. Si hasta un camión iba a ser el encargado de transportar el fruto del ilícito, aunque en consecuencia nada de lo esperado aconteció, ya que hubo falta de autoridad e imposición del estado de derecho. Y resumiendo los hechos, se hace comprensible la forma de actuar de algunas familias veraneantes, muchas de las cuales ignorantes e incultas, de igual forma como criticar a los enfermos en el vicio, pero si es posible a quienes actúan en pasividad y tolerancia cuando debían hacerlo en conformidad a constitución, entonces ¿Qué debemos esperar los demás? ¿Una nueva dictadura? No obstante ojala esta crítica encuentre eco en quienes reciben lucro como autoridad.
Manuel Jopia Neira
La rutina de JP López
Señor director:
La rutina humorística de Juan Pablo López en el Festival de Viña, de seguro a muchos les recordó a sus primeros jefes y sus excompañeros de trabajo, con sus buenas y las no tantas, al jefe mañoso, al "sabelotodo", al mal genio, al "ayatola" (el que hallaba todas las "cosas" malas) y a los compañeros que vendían de todo, discos, zapatos, longanizas y pescados... Todos tuvimos nuestros propios jefe Wilson y compañeros como el "Chico García"...
Un afectuoso recuerdo para "Malton" y al "Beto" Páez, respectivamente.
Luis Enrique Soler Milla