Cartas
CDE ¿La pega soñada?
Estimado director:
Ante el revuelo que causó la designación de la exministra de Justicia Javiera Blanco como consejera del Consejo de Defensa del Estado (CDE), se hizo de público conocimiento que estos cargos los designa el Presidente de Chile y son inamovibles hasta que cumplan 75 años, salvo que un acuerdo del Senado diga lo contrario, además los con una renta aproximada de 8 millones de pesos, sin dedicación exclusiva.
Con mucha razón el exministro Burgos declaró "el sistema de nombramientos de consejeros no da para más", apuntando a la forma y a la larga vigencia de los cargos, que en palabras simples sería un fiel representante del nefasto "cuoteo político", garantizando técnicamente casi una total inamovilidad, libertad para ejercer otras labores y una jugosa renta. Casi la "pega soñada".
¿No habrá llegado el momento, por transparencia, que los miembros del CDE sean elegidos por un concurso de Alta Dirección Pública, para evitar relaciones político partidista con los gobiernos de turno y así no tener ningún conflicto de interés que les impida desarrollar su gestión, tiempos más limitados de vigencia en sus funciones y así terminar con la sensación de que sus designaciones son un premio de los respectivos gobernantes por sus servicios prestados, asegurándoles una larga, segura y bien remunerada vida personal, familiar y laboral?
Luis Enrique Soler Milla
El inicio de la administración Trump
Más allá de las reticencias y rechazos naturales que produce el recién asumido Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es necesario, en tiempos de incertidumbre desbordada, volver a nuestras instituciones. Tratar de calmar las aguas con miras de dilucidar la situación y consecuencias que su liderazgo para nuestro país.
Respecto de la seguridad jurídica, podemos mencionar las observaciones presentadas por el Presidente del Banco Central, el cual ha sostenido que los tratados firmados entre Chile y Estados Unidos, deberán y serán respetados, de modo que en el plano internacional no es razonable esperar un desplomé de todo lo construido.
Un segundo comentario que merece ser destacado, es la necesaria distinción entre los momentos de campañas y los gubernamentales, es decir, pocos gobiernos, por múltiples razones, son lo que prometieron ser en sus campañas.
Javier Aeloiza San Martín