Cartas
Reclamo por estacionamiento
Señor director: Un vehículo marca Chevrolet Sail ha tomado como estacionamiento la esquina de Gómez Carreño con 18 de Septiembre, arriba de la vereda de tierra en el sector de la muralla de mi propiedad. Esto ocurre ocho horas diarias, todos los días, siempre dejando de punta el vehículo a unos 30 centímetros con el cierre de cemento de mi casa, con riesgo de chocarlo.
Esta persona trabaja en la construcción de la escuela nueva en la esquina del frente.
El problema es que en el lugar mencionado hay un poste del alumbrado público y dos metros más atrás existe una cámara de cemento, con válvulas en su interior (llaves), al parecer de agua potable.
Esta situación es una molestia para los peatones, ya que el vehículo mencionado atraviesa la vereda de concreto para llegar a la de tierra, siendo que en ninguna parte de este sitio existe alguna señalética que diga "estacionamiento".
Llama la atención la actitud cómoda del dueño del móvil para estacionar, teniendo dos calles casi vacías de vehículos en Gómez Carreño. No se trata de que se vaya a otras parte, sino que estacione en el mismo lugar, pero en la calzada y no en la vereda común o de tierra.
Pareciera que se enamoró de la muralla, porque siempre se coloca en el mismo lugar. Repito: NO ES ESTACIONAMIENTO.
Creo que a nadie le va a parecer bien que un chofer desconocido, con su auto, se suba a la vereda de tierra que sigue y se estacione de punta contra la muralla de su casa a menos de 30 centímetros de distancia, durante ocho horas todos los días. Esto solamente demuestra un hostigamiento, peligro y acto de prepotencia, considerando que en esta vivienda hay personas de la tercera edad y dos hijos adultos.
Alberto Vega
Diputados ausentes
Estimado director:
Cualquier trabajador chileno que falte a su pega sin tener unas muy fundadas explicaciones, médicas o personales, pierde su fuente laboral.
Cualquier diputado que falte a las sesiones del Congreso, no necesita quebrarse la cabeza en buscar un justificativo, médico o personal.
No le pasa absolutamente nada, mantiene su pega y con suerte una multa, es decir, una "plumita de la dieta".
Luis Enrique Soler Milla