Rodrigo Tapia Jara
Una sorpresiva información impactó fuertemente a la comunidad tocopillana y a diferentes agrupaciones y personas ligadas a la valorización del patrimonio local cuando se divulgó a través de las redes sociales sobre el remate de los tranques Sloman y Santa Fe.
El mensaje hacía referencia a un aviso apareció en el diario el Mercurio de Santiago el día 4 de enero de 2017 y en él se puede leer que el 19 de enero a las 8:00 horas en el 11° juzgado Civil de Santiago se realizará el remate de los tranques mencionados más cinco tortas salitreras. Esto a raíz de la quiebra del empresario Isidoro Andía Luza, dueño de los tranques, por parte del síndico Ricardo Hoffmann.
Historia que no es nueva, ya que en noticia aparecida en el Mercurio de Antofagasta el 1 de diciembre del 2007 se relataba que "Tranque Sloman, acaba de ser tasado en 7 millones de pesos por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), dándose inicio así al proceso de venta o remate de este importante patrimonio salitrero (…). El tranque está desde 1995 en manos del síndico de quiebras William Jalaff Escándar, quien administra los bienes del empresario nortino Isidoro Andía Luza, su último propietario legal"
Remate que al parecer no fue fructífero, ya que casi diez años después se vuelve a la carga por tratar de vender este importante patrimonio salitrero, que en 1980 fue declarado monumento nacional.
Giovanni Aste, presidente de la Agrupación Paralelo 22, y una de las personas que durante años ha tratado de rescatar del olvido y cuidar el patrimonio del Tranque Sloman, señaló que "tiene sentimientos encontrados por el remate del lugar".
"Por un lado me gustaría porque así, a lo mejor no se podría entrar, sería algo privado, si la idea es que lo rescaten, bienvenido sea, restauren la casa de fuerza, la administración que en cualquier momento la van a quemar y va a desaparecer un testimonio de un pasado esplendoroso que tuvo el norte, entonces es una falta de respeto que ese patrimonio este en esas condiciones", señaló Aste.
Por su parte, el historidor Damir Galaz-Mandakovic, aseguró que "Si no se resguarda y si no se restaura, prontamente, este museo in situ, testigo de la opulencia salitrera, va a desaparecer".
Las dudas sobre el destino del patrimonio son una incógnita que no pudimos dilucidar, ya que desde el Consejo de Monumentos Nacionales quedaron de enviar un comunicado que hasta el cierre de la edición no había llegado.
Tranque Sloman
Según la página web del historiador Galaz-Mandakovic, Henry B. Sloman, fue un empresario Alemán que llegó al norte donde levantó un imperio con el salitre. En 1905 comenzó con los trabajos de levantar una gran represa hidroeléctrica, la cual terminó en 1911. Del mismo tranque, arrancaba una cañería que alcanzó los 35 kilómetros para suministrar el agua potable a sus oficinas salitreras, Buena Esperanza, Rica Aventura, Prosperidad, Grutas y Empresa.