Cartas
Navidad
Señor director:
Cuando falta solo un día para que celebremos Navidad, día de alegría, paz y amor para todos los hombres de buena voluntad, por doquier escuchamos las melodías navideñas, vemos miles de luces a pilas instaladas en jardines, ventanas, hogares y todos corremos a las tiendas, chinos y ferias navideñas a la gran ventas de juguetes y regalos.
Algunos niños todavía envían cartas al Viejo Pascuero diciéndole que se han portado bien, pidiendo comidas navideñas y juguetes no tan simples, como los de antes que eran confeccionados por nuestros padres: camioncitos de madera, caballitos de palo, o muñecas de trapo. Hoy la moda es el tablet, no de cartón, son celulares integrados con juegos.
Este año son menos las cartas que llegan al correo con dibujos y breves mensajes. Quizás piensan que Papa Noel desde el Polo Norte no alcanzará a llegar aquí. Pero hoy los que están enviando cartas más largas, contando su situación y esperando un milagro, son los adultos como la señora Rosa que pide ayuda para instalarse con un puesto para vender bolsas y papeles navideños, pero no tiene recursos y necesita trabajar para sus hijos. Otro señor que escribió al Viejo Pascuero, y lo leímos en su diario, pedía un trabajito de jardinero o guardia para pagar el arriendo de la pieza donde debe 3 meses. No lo echan de la pieza, porque el dueño de la casa también está desempleado. Cada día notamos más que la crisis nos está afectando, especialmente a familias mineras, donde los padres están desempleados por varios meses y sin dinero.
Hoy al ver la fila de los que están lejos de su tierra, esperando a pleno sol en Extranjería, sentí pena en el alma. Quise abrazarlos, deseándole felices fiestas para que no se sientan tan solitarios.
No muy distantes a nosotros, deambulaban invisibles los pobres que viven y duermen en las calles bajo las luces y árboles de pascuas, sin darse cuenta que es Nochebuena y que no alcanzará a llegar para ellos el chocolate caliente ni el cariño que recibirán los de los hogares de Cristo o de Ancianos.
Nancy Monterrey C.
escritora chuquicamatina
Colusión
Querido viejito pascuero:
Espero que usted no esté coludido con el "viejo del saco".
Atentamente,
Américo Ahumada Martínez