Crean acceso para personas con discapacidad en Villa Esperanza
Voluntarios de empresas y del mismo campamento trabajan en crear una plaza para niños en ese sector de Antofa.
Para los vecinos en situación de discapacidad que viven en la Villa Esperanza -campamento ubicado en el sector alto de Antofagasta- no era fácil llegar todos los días hasta sus casas. Sin la ayuda de otras personas, subir la fuerte pendiente de los cerros y lidiar con la arena era un suplicio para ellos. "Como estamos en un cerro, se caían demasiado", cuenta Sayira Rodríguez Hurtado, dirigenta de esta población donde viven 32 familias, entre colombianos y bolivianos.
El problema fue presentado durante el primer semestre del Plan de Superación de Campamentos, donde participa el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM). Entre ellos y voluntarios de la empresa Komatsu, durante octubre se dieron el trabajo de crear un acceso para personas en esta situación. En total, veinte personas y un grupo de maestros que vivían ahí mismo hicieron un radier, juntaron neumáticos y le dieron forma al proyecto. Hoy, los vecinos pueden ingresar con facilidad.
"Ahora se hizo más fácil, ellos pueden utilizar sus sillas de rueda y movilizarse solitos a sus casas", cuenta Sayira, quien señala que ahora se trabajará para alumbrar el acceso. "Está el andén acondicionado pero en la noche está muy oscuro. Ése es el único inconveniente, pero se está trabajando para solucionar", explica.
Luego de esta intervención, los vecinos trabajan en la creación de una plaza para niños -próxima a terminar su ejecución- y la realización de un mural, como forma de cerrar el trabajo realizado en el campamento ubicado en el inicio de la calle Río Baker.
Instalación
Villa Esperanza tuvo comienzos difíciles. Sayira Rodríguez había llegado desde Colombia en 2007, pero la falta de soluciones habitacionales la tuvieron como allegada en la casa de un cuñado hasta 2013, cuando con otras familias decidieron crear el campamento. "Nosotros veníamos y nos echaban, pero como era un basural, nosotros limpiábamos los fines de semana", cuenta.
Después de tres meses limpiando los cerros de basura acumulada, los vecinos de Villa Esperanza por fin comenzaron a instalar sus casas. "Nos costó harto dejarlo impecable", explica Sayira. Con el tiempo, las relaciones con la población ubicada más abajo mejoraron. "No somos problemáticos, somos una comunidad tranquila", dice.
Rodríguez explica que la meta es tener la casa propia. "Todos los vecinos tienen su cuenta de ahorro a la vivienda, y en eso estamos, en esperar alguna posibilidad al 2018", dice con esperanza. "Estamos todos esperando ese momento".
32 familias viven en ese campamento creado en 2013. Ahí residen colombianos y bolivianos.