Cartas
Orden al Mérito Ciudadano
Señor director:
Quisiera a través de su medio de comunicación expresar y dar a conocer una idea que de analizarla, puede ser factible en el tiempo.
Se trata de cómo se elige a la persona que tendrá el honor de recibir el galardón Orden al Mérito Ciudadano. A mi parecer no puede el concejo municipal tener la atribución de ser ellos los que decidan quién más o quién menos es acreedor a tal distinción.
Esa tarea debe ser definida por el pueblo. Se puede hacer una especie de encuesta para saber en realidad quién ha entregado en su vida algo que es digno de ser premiado o reconocido.
Siempre, cuando se da a conocer el nombre del ganador, no falta la persona que no está de acuerdo con la decisión tomada por el honorable concejo, y creo que para que no vuelva a suceder esta clase de comentarios, es preferible que una votación ciudadana sea lo más transparente, democrático y correcto.
Espero que esta reflexión que hago con mucha humildad la puedan tomar en cuenta.
Víctor Toledo Martínez
el "Tata Maravilla"
¡Dime con quién gobernarás y...!
Estimado director:
Con la aparición y las declaraciones de Alejandro Guillier como presidenciable, vuelven a generarse las mismas preguntas de cuando la entonces candidata Michelle Bachelet (segundo mandato) declaraba su total independencia en sus decisiones de la familia política & asociados para formar equipos ministeriales, haciendo énfasis en la renovación de las caras ya un tanto repetidas.
En palabras simples, el mensaje para la ciudadanía de Bachelet hace unos años y Guillier ahora, es autonomía de gestión sin colores políticos partidistas. Sin embargo, lo que ocurrió al final es lo que ha pasado siempre: partida de caballo inglés (equipo nuevo en esencia apolítico y técnico) con una llegada de burro (cargado hasta la tusa de problemas de/con políticos de siempre), que serían largo de enumerar, porque partidarios y no partidarios de Guillier se deberían preguntar, de ser elegido ¿Con quién gobernaría? La pregunta tiene una sola respuesta posible, con los mismos de siempre, quizás con alguna diferencia de números, pero en esencia los mismos. ¿Qué hay de nuevo entonces?
Luis Enrique Soler Milla