Recuerdos de Tocopilla

Soy una hija de Tocopilla. Nací y viví allí por doce años. Mis recuerdos de niña son de un lugar ciertamente con altos niveles de pobreza económica, pero plagado de gente buena y honesta. A ello, debo agregar que recuerdo haber recibido una educación de excelencia, habiendo estudiado primeramente en la Escuela N° 3 y luego en la N° 7. En mi memoria, mi pueblo aparece como un lugar seguro, lindo y limpio.

No sé si será el paso del tiempo el que embellece los recuerdos, pero el 2013 encontré un lugar casi irreconocible. Obviamente me pregunto qué puede haber pasado para que ese magnífico lugar para vivir se haya transformado en el horror que pude observar. Desconozco cómo han sido las administraciones comunales anteriores, pero por lo que he podido ver, la actual, al parecer, o no ha sido capaz de cumplir con sus promesas electorales, ya sea por falta de capacidad técnica o, sencillamente, porque se han prometido cosas que no eran factibles realizar. ¿Cómo no sorprenderme con el deplorable estado ambiental actual? ¿Acaso el municipio no tiene como una de sus prioridades la higiene? Claramente el sistema de contenedores no resultó, por lo que no veo el motivo para que desde ya no se adopte el acuerdo para volver al sistema de recolección domiciliaria de residuos, que tuvo por tantos años a Tocopilla como una de las comunas más limpias del país. Junto a ello, urge que el municipio dé cumplimiento a las obligaciones que le mandata el artículo 3° de la Ley 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades y el artículo 4° del mismo texto legal y en virtud de ello, proceda a efectuar las gestiones tendientes a dar respuesta a las inquietudes de la ciudadanía, entre las que, solo a modo ejemplar, podemos citar la salud pública, la protección del medio ambiente -gran tema pendiente-, higiene ambiental, desarrollo social, fomento productivo, etc.

Por otra parte, resulta inquietante que la autoridad comunal, ante la emisión por parte de la Contraloría General de la República, del dictamen N°24.159 de 31 de marzo, que determinó que el denominado "Supermercado Popular" no se ajusta a derecho, insista en señalar que sí o sí lo instalará de todos modos. Me pregunto, ¿será que el señor alcalde desconoce sus facultades y atribuciones legales? De ser así, me temo que inclusive sería posible que se incoe un proceso de remoción de la citada autoridad, ya sea por dicha materia o por todas aquellas señaladas previamente, que podrían llevar a un proceso por abandono de deberes. ¿No sería más fácil planificar otro mecanismo de protección social para ir en ayuda de los adultos mayores más vulnerables? Opciones dentro de la legalidad hay varias, implementadas por otros municipios.

Patricia Gutiérrez C.