La actual contradicción de los profesores
Señor director:
Muchos profesores critican el hecho de vivir en condiciones de lo que llaman agobio laboral por, entre otras cosas, tener que extender su jornada de trabajo a la casa, para planificar, elaborar y corregir pruebas, guías, trabajos, informes, entre otros, ya que en nuestro estatuto docente no se nos asegura el derecho a las horas no lectivas necesarias para realizar todos estos deberes del docente.
Sin embargo, paralelamente, la mayoría de los profesores (y lamentablemente me incluyo), en la práctica, termina por aceptar dicha condición de agobio laboral cuando, sin cuestionamiento alguno, llega a la casa a seguir trabajando por varias horas más para cumplir, por ejemplo, con las planificaciones que su jefatura le pidió tener listas para la semana siguiente.
Esto finalmente viene a confirmar que hemos asumido como algo normal y natural la explotación, pues detrás de cualquier cuestionamiento o crítica que podamos hacer en este sentido, se nos viene encima toda una carga moral, que bien se usa como mecanismo de control a la hora de plantear que existen situaciones de injusticia laboral, particularmente en nuestro ámbito.
Al final, esta contradicción casi esquizofrénica entre la reivindicación de la consigna del "agobio laboral" y las prácticas de autoexplotación de una gran masa de profesores, es una expresión de la influencia desesperanzadora que tiene en nosotros el modelo de dominación, que hace pensar incluso a los sujetos destinados a la transformación social (nosotros los profesores) que la explotación del hombre por el hombre es algo que nunca va a cambiar, porque no podemos cambiar algo que es considerado como natural, normal e incluso moralmente aceptable.
En consecuencia, se rechaza la organización como una herramienta que permitiría transformar dicha situación, recuperar nuestros derechos, recuperar la esperanza y desplazar el individualismo en el que hemos caído.
Mario Ramírez Flores
profesor de Tocopilla