Rodrigo Tapia Jara
Una parte de la historia de Tocopilla desapareció ayer, cuando en horas de la madrugada dejó de existir la conocida y emblemática vecina Brunilda Pino, quien en vida fue más conocida como la Tía Bruni.
Recordada como una excelente persona entre sus familiares y parroquianos que ayer de a poco fueron llegando hasta donde estaba siendo velada, la Tía Bruni, fue la dueña y se ganó el respeto de los tocopillanos atendiendo el mítico bar "Mádigan".
En esta conocida taberna del Puerto Salitrero, Brunilda llegó primero a trabajar como garzona y luego cuando su primer dueño jubiló, ella tomó las riendas del negocio y pasó a ser más conocida como Tía Bruni, nombre con el que todos la recuerdan hasta nuestros días.
Historia
Brunilda Pino supo lo que era el trabajo y el sufrimiento desde muy joven, ya que a la temprana edad de 12 años ya andaba sola por el mundo, después de haber quedado huérfana y sufrir malos tratos de parte de unos familiares.
A esa edad llegó hasta la ciudad, donde comenzó a trabajar como criada de diferentes casas, hasta que encontró una oportunidad como garzona en el bar "Malaquías Concha".
Cuando Eleazar Geraldo, antiguo administrador del lugar, dio un paso al costado, ella tomó las riendas del lugar en el año 1973, bautizándolo como Mádigan, nombre que perduró hasta ahora.
Por el lugar pasaron generaciones de tocopillanos que aún recuerdan las veladas interminables y la buena disposición de esta vecina ejemplar que supo ganarse el corazón de los tocopillanos.
Reina del Pueblo
El año pasado se realizó a primera versión de la Cumbre Guachaca en la ciudad y como es tradición en esta competencia se eligió, el rey y reina guachaca donde muchos entraron a competir.
A pesar de que no ganó, todo el pueblo tocopillano decidió como una muestra de aprecio y respeto a su persona, coronarla como la reina del pueblo, merecida distinción que se ganó entre los aplausos de la concurrencia.
Familia
Tía Bruni construyó una gran familia que supo cuidar y velar por que nada le faltara, esta estaba compuesta por su hija Ana María, sus dos nietos Marcos y Candy y sus seis bisnietos, quienes la recuerdan con cariño, de hecho Marco comentó que hasta el último tiempo hablaban de fútbol y estaba preocupada por la situación del club de sus amores Cobreloa. Sus funerales se realizarán hoy a las 16:00 horas en el cementerio de la ciudad.