Antojo de empanadas hizo caer a "El Toto"
"El rey de la fuga" antofagastino, que era buscado hasta en Bolivia, fue detenido ayer por un equipo multidisciplinario de la PDI.
Redacción - La Estrella
En las afueras de un local de empanadas, hasta donde llegó junto a un amigo a saciar su antojo, se le acabó ayer la libertad al "Rey de la fuga" antofagastino, Yerko Emaus Ayala Gallo.
Eran las 13 horas cuando "El Toto", de 22 años, descendió de un vehículo para comprar en una conocida "picada" ubicada en la intersección de las avenidas Salvador Allende y Rendic. Lo que no sabía era que sus pasos eran seguidos por un equipo multidisciplinario de la PDI, que consiguió así la recaptura de uno de los reos más buscados de Chile.
Y es que pese a su juventud, "El Toto" es tristemente célebre por su participación en diversos delitos, pero especialmente por su especialidad en evasiones.
La última de ellas la protagonizó la mañana del 30 de enero del año pasado en el Juzgado de Garantía de Antofagasta. Allí, en la sala 1, concluía la audiencia de apercibimiento de cierre de investigación en la que participaba junto a los cuatro jóvenes, con los que el 30 de agosto de 2013 asaltó un minimarket ubicado a la altura del 5.000 de Avenida Bonilla.
Al local ingresaron a las 18.20 horas e intimidaron a su dueño, quien opuso resistencia, recibiendo de parte de Yerko un disparo en una pierna.
La audiencia, sin embargo, tuvo un inesperado fin, cuando "El Toto" y José Miguel Muñoz Vega (23), alias "Poto de leche", escaparon por los ventanales que dan hacia calle Iquique. El segundo de ellos fue rápidamente recapturado por detectives que se encontraban en el tribunal, pero Ayala Gallo logró desaparecer luego de abordar un vehículo azul que lo esperaba en las cercanías.
De él nada se supo hasta que hizo noticia, y de las malas, en Bolivia. El 13 de mayo de 2014, junto a su tío- quien se dio a la fuga - dio muerte a Iván Ronald Flores (24), a quien destrozaron el cráneo con un adoquín.
Pero este año "El Toto " la haría de nuevo. El sábado 5 de septiembre, de madrugada y mientras se encontraba en el Hospital Daniel Bracamonte de Potosí, se fugó tras dar a sus custodios hamburguesas con somníferos.
Terminaba así, con una nueva evasión cinematográfica, la detención preventiva que cumplía desde el 18 de mayo de ese año en el Centro de Rehabilitación Productiva Santo Domingo de Cantumarca.
La fuga ya era parte de su curriculum desde septiembre de 2011, cuando escapó del Centro Penitenciario de Iquique con cuatro internos.
Además, registra otras tres fugas en el exSurgam de Antofagasta.