El cementerio municipal se llenó de deudos y vecinos que llegaron a visitar a sus familiares y amigos que duermen el sueño eterno en el camposanto del Puerto Salitrero, también ambas entradas se llenaron de comerciantes que hicieron su agosto con sus mercaderías tales como ofrendas florales, conchuelas, frasquitos para depositar flores, coronas y artículos para capear el intenso calor reinante.
Según la administradora del cementerio, Isabel Cortés, este año hubo una merma considerable en la asistencia, entre mil y dos mil personas.
"Me parece que por ser día domingo las personas que vienen de otras localidades a visitar a sus muertos, no se atrevieron a venir, ya que mañana es lunes y deben ir a trabajar y los niños al colegio, antes a esta hora (mediodía), la gente hacía largas colas para recoger agua de los estanques. Ahora eso no se ha visto para nada", aseguró la funcionaria.
Desde el sábado, camiones aljibes municipales se encontraban estacionados al interior del cementerio entregando agua a los visitantes, algo que en otros años no ocurría, pero como lo aseguró un funcionario a cargo de esta labor, esta vez el alcalde dio la orden de instalarse el sábado y domingo porque los estanques de almacenamientos estaban vacíos, algo que es completamente raro, dado a que en realidad no se ve mucha gente.
Este medio estuvo desde el sábado reporteando la actividad y pudo comprobar en terreno que muchos vecinos se dedican un día antes a hermosear, colocar flores, pintar y dejar todo listo para que todo este como lo merecen sus familiares fallecidos.
Los que no pueden quejarse son los comerciantes que venden flores, ya que aunque haya bajado un poco la cantidad de personas que visitan el camposanto, siempre a ellos les va bien, así lo asegura la reconocida en este rubro, Leda Espinoza, "no podemos quejarnos, ya que llevamos tantos años en este menester que la gente siempre nos prefiere". J
Quienes se sacaron un siete en este día de visitas al camposanto fueron los amigos del Club de Leones, ya que instalaron un gran toldo y se pusieron a entregar agua purificada a los asistentes al cementerio municipal.
La iniciativa fue un acierto, ya que los vecinos agradecieron el gesto, más aún con la temperatura reinante que el agua marca "Kamell" fue muy bien recibida y a cada rato había que cambiar las enormes botellas vacías por otras llenas, mientras que las leonas entregaban trípticos sobre la diabetes.
Redación