Fallece el escultor de las icónicas obras en Tocopilla
Los Dos Leones de la calle 21 de mayo, el Moái de avenida Prat, el León sobre la piedra en la entrada norte de la ciudad, el Libro Abierto bajo el reloj en la avenida 18 de septiembre y la imagen del Rincón de la Virgen, son todas figuras emblemáticas de la ciudad que tienen un denominador común: fueron realizadas por el mismo hombre.
Se trata del vecino tocopillano Ismael Bugueño, guardia de seguridad por muchos años, pero que en sus ratos libres dio rienda suelta a su pasión por la que será recordado en la ciudad, que fue la de crear diferentes figuras a través de la escultura.
Lamentablemente ayer a la edad de 99 años falleció por causas naturales en su hogar de calle Manuel Rodríguez, entre Sucre y Matta, por lo que su cuerpo será velado hasta hoy en la funeraria San José.
Actualmente vivía con su hijo que también se llama Ismael, en la misma casa que había construido con sus propias manos y donde vivió con su esposa y sus cinco hijos, Adela, Ismael, Ricardo, Norma y Richard quienes le dieron 13 nietos y 19 bisnietos.
Según comentó su familia a pesar de la edad, se mantenía lucido y con una vitalidad envidiable que lo hacía salir a comprar solo por la ciudad e inclusive cocinarse diariamente.
Además, aún disfrutaba dibujando y de vez en cuando tomaba los lápices para entretenerse realizando algunos bosquejos que luego iba guardando, sin embargo agregaron que hace unos meses empezó a decaer hasta que falleció.
Obras
A pesar de lo conocidas y emblemáticas que son sus esculturas, muy pocos sabían realmente quién las había realizado, quizás debido a que fuera de todo egocentrismo, él no firmaba sus obras.
La más conocida por todos y que traspasó las barreras de la ciudad, es sin duda el moái que se convirtió en una postal indiscutible y emblema de la ciudad, al igual que los dos leones, que le da el nombre a un negocio del sector. J
Ayer su familia lo recordó con mucho cariño y además comentaron un dato desconocido de su figura, además de realizar grandes obras de esculturas, era un apasionado de los juguetes, los cuales él mismos construyó para sus hijos. Entre los que más se acordaban eran los soldaditos de plomo, autos y camiones que los diseñó con material reciclable como latas de bebidas o latones viejos. Un creador nato que construyó una familia que fue su gran orgullo.
Su cortejo fúnebre es hoy a las 16 horas.
Rodrigo Tapia Jara