Alcalde
La ciudad de Tocopilla, como era de esperar, recibió cariñosamente a su máximo héroe deportivo, Alexis Sánchez, el cual una vez más llegaba a su terruño para participar en un campeonato infantil del deporte que nos apasiona.
Su presencia dio origen a numerosas muestras de admiración y gratitud hacia un hombre modesto a quien Dios le otorgó grandes facilidades para la práctica del fútbol. Hay que recordar que el "Niño Maravilla" siempre se ha preocupado de la niñez y por eso es tan querido. Faltarían palabras para describirlo, pero esta carta tiene su "lado B", como fue la presencia del alcalde quien, curiosamente, se encontraba de visita en la ciudad, el cual sin pudor alguno, intentó colgarse una vez más de hechos en los cuales no ha tenido participación.
Recuerdo que hace unos años Sánchez, como ya lo había hecho, llegó a repartir balones de fútbol y a constatar el estado de algunas canchas que él había donado, comprobando que dichos recintos estaban totalmente abandonados, ya que el jefe comunal cuando las recibió, se había comprometido a su cuidado y mantención. Eso no le importó al edil y no vaciló en subirse al camión para participar en el reparto de balones, lo que después se supo, molestó grandemente a Sánchez.
Eso se le olvidó y ahora intentó una vez más sacar provecho de la visita. Este señor aprovecha todo para intentar mejorar su alicaída imagen.
Se sumó tiempo atrás a un paro del transporte y recientemente al reclamo de los profesores, entre otras cosas. Ahora aparte de lo que he relatado, después concurrió a la final del torneo nacional de béisbol infantil, tratando de hacer creer que él tenía algo que ver con este triunfo.
No puedo olvidar otros desatinos cometidos por el alcalde, como cuando le declaró la guerra a la Compañía Minera y SQM. En este último caso sin saber que su ídolo, Marco Enrique Ominami aparecería después, como uno de quienes recibió aportes económicos de la empresa. Tampoco hay que olvidar su desatinada participación en una visita a Bolivia, junto al personaje anterior, para ofrecerle mar con soberanía al país altiplánico.
Vivimos en una ciudad sucia y contaminada, con aceras y calzadas en pésimo estado y además, con una pésima y carísima luz. El alcalde parece no darse cuenta de todo esto, con el agravante que no presenta proyectos y los pocos que se han hecho, los rechazó el Core.
Y la guinda de la torta es la persecución que ha hecho a muchos funcionarios, contratando a cambio a personas de su mismo color. Repito, los concejales que están para fiscalizar y no fiscalizan, podrían estudiar cuáles son sus deberes para que a final de cuentas ellos, como el edil, puedan ser acusados de notable abandono de deberes.
Sin embargo, siendo realista, como la gente en general es tan ingenua, se corre el peligro de que este señor, de cuyo nombre no hay que acordarse, repostule al cargo de jefe comunal o, en su defecto, a una diputación.
José Rojas