El servicio de flete que conocemos en la actualidad quedará en el pasado después de ver la imagen que está en esta nota. Se trata de un antofagastino que literalmente se llevó camas y petacas en el techo de su auto.
El pasado domingo cuando muchos viajaban a las playas del borde costero del sector norte, un par de paparazzis cibernéticos acusó a este osado conductor.
Drama
Todo ocurrió al mediodía de la jornada dominical, cuando en la Ruta 1 camino al aeropuerto, un automóvil azul marca Haima 2, patente DPJZ 80, transitaba por esta carretera.
Para sorpresa de muchos, en el techo del auto se encontraban 5 colchones, un equipo de música, cajas y muchas otras cosas, dejando a la vista un peligro inminente para cualquier conductor cercano o para las mismas personas que estaban en el interior del móvil.
Es más, las cosas iban amarradas con una simple cuerda, si bien el destino de este chofer era desconocido, muchos prefirieron alejarse y evitar una tragedia.
La situación fue dada a conocer a través de las redes sociales, donde los comentarios de incredulidad e indignación no demoraron en aparecer, criticando fuertemente al conductor.
Varios comentaron la inestabilidad de ese auto y el peligro que podía ocasionar, ya que un fuerte viento podría volcarlo o , también, las cosas en su techo caerían chocando con vehículos cercanos.
LEY
Por otro lado, esta situación es ilegal ya que es contra la ley manejar en estas condiciones, porque los vehículos deben reunir las características técnicas de construcción y dimensiones, entre otras, para el transporte de pasajeros y la carga no puede exceder los pesos máximos establecidos para cada vehículo.
La multa por esta situación es considerada grave por Carabineros y el usuario arriesga un sanción monetaria de 1 a 1,5 UTM, es decir desde $43.198 a los $65.000 aproximadamente.
Desde Carabineros llamaron a la comunidad a no exceder la carga del auto para así no poner en riesgo a las personas. Durante estos meses, los controles de los funcionarios policiales se intensificarán en las carreteras, con el objetivo que éstas y otras situaciones no vuelvan a ocurrir.
Mientras tanto, de este nortino nada se sabe ni de cómo llegaron sus cosas, pero de seguro servirá de lección para los viajeros que piensen en repetir similar hazaña. J